El cumplimiento de la legislación internacional sobre los estándares de exportación e importación se ha convertido en uno de los factores más influyentes en la comercialización de los productos, pues es necesario garantizar su calidad al ingreso y salida de los puertos marítimos o aeropuertos.
En gran medida, el crecimiento económico depende de la forma como se acaten estas normas técnicas y ambientales, que permitan la participación en el mercado global.
Los productos deben recorrer tres trayectos geográficos distintos: el país exportador, el tránsito internacional y el país importador: puntos heterogéneos, para lo que se requiere la utilización de embalajes de diferentes tipos en el momento de poner en circulación los embarques o mercancías dentro de un solo país.
Empaque, embalaje y envase
Se denominan empaques, envases y embalajes a los contenedores de un producto durante el proceso que va desde su recolección (primario) hasta que llega al consumidor final, pasando por su almacenamiento (secundario), transporte y distribución (terciario); esto con el objetivo de identificar su contenido, protegerlo de cualquier tipo de contaminación y conservar sus características.
Norma verde europea
Los procesos de desarrollo sustentable que exige el mundo para su conservación y desarrollo sostenible y la responsabilidad medioambiental de las empresas con el cambio climático han generado un nuevo tipo de envases, empaques y embalajes de los productos que se comercializan internacionalmente. De esta manera, la madera, usualmente utilizada en la fabricación de empaques y embalajes de carga, ha sido sustituida por plástico, cartón y papel reciclado, debido a los daños irreparables que genera la sobreexplotación maderera en la biodiversidad.
Estándares o normas internacionales
Los acuerdos mundiales sobre empaques, envases y embalajes tienen un referente común: la norma verde europea. Otros de los códigos normativos y que son aplicables en muchos países:
Las medidas aprobadas en esta reglamentación deben ser aceptadas por todas las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) y aplicadas no solo por los operadores logísticos internacionales, sino también por los productores nacionales de empaques, envases y embalajes para productos exportados, esto con el objetivo de reducir la posibilidad de transmitir enfermedades de las plantas y el ingreso de plagas por el transporte de madera cruda, al autorizar tanto la entrada como la salida del embalaje.