Descripción
Para llenar una bebida carbonatada es necesario contemplar varios aspectos técnicos que se desprenden de envasar con la presión que genera el CO2. El contenedor del agua carbonatada está a alta presión por lo que no es posible utilizar cualquier tipo de boquilla o válvula de llenado; si abriéramos el paso del producto de un contenedor con presión directamente a la botella, el contenido entraría con una fuerza que impediría control nivel y puede llegar a producir el derrame del producto, es por esta razón que se utilizan válvulas isobáricas, para controlar el proceso de compresión y descompresión (despresurización) en botella.
1.- Presurización de la botella vacía.
Imagine una puerta, en la parte externa de la puerta tenemos a una persona afirmada que pesa 100 kilos. Si abrimos la puerta se nos vendría el peso de la persona abruptamente. Lo mismo sucede si abrimos el paso de producto con gas a la botella; diferente si tenemos a dos personas de 100 kilos en cada cara de la puerta y una tercera abre la puerta aplicando un mínimo de fuerza extra. La válvula de llenado ISOBARICA en su primera etapa de llenado presuriza la botella a fin de igualar la presión del interior de la botella a la del contenedor de producto, posteriormente se abre paso al líquido.
2.- Llenado.
Nuestras válvulas ISOBÁRICAS están diseñadas para evitar al máximo posible la reacción o espumación del agua carbonatada, más aún si esta contiene saborizantes o azúcares. Llamamos efecto “velo” a la caída del producto por las paredes internas de la botella.
3.- Despresurización.
Una vez terminado el llenado de la botella, su presión es mayor a la del ambiente por lo que si se quita la válvula de llenado el producto se derramará. Antes es necesario cerrar el paso del producto y despresurizar la botella para cuando se quite el sello de la boquilla de llenando el producto no reaccione violentamente.